Pasear por donde otros dejaron sus pasos, sus silencios, sus deseos, sus ilusiones, sus miedos,… En los sitios, en los objetos se inscribe la memoria. Viven resignados aculumlando tacto, gestos, voces, miradas,…
Detenerse en esos momentos ambiguos, indefinidos que como un sueño o una flor esconden pequeños e infinitos pliegues.
Unas escaleras, una puerta semiabierta, un rincón, un afuera desde una ventana, ese cristal que me ofrece y me cierra, esos velos que insunúan lo que esconden
Las palabras a veces son pobres para asir el encuentro, individuan y aislan, reduciendo la complejidad. Así la forma nombrada ata y esclaviza su significado.
Como tratar esa riqueza liquida, fugaz como un destello, abierta como un recuerdo, esa pequeña epifanía que nos sorprende, nos traspasa y nos deja con esperanza
2014
